Todo por nada

A continuación, viene un especie de análisis, de lo que se vive en el mundo del desarrollo web, y el diseño gráfico en Chile, todo esto enfocado en obviamente ambiente web, realmente muchas veces, existen y se levantan cada tipo de empresas o personas autónomas ofreciendo los mismos servicios, que costaron tal vez meses de estudio, práctica, mejoras, y lamentablemente esto va en desmedro de los precios que al final se tienen que cobrar, por no perder “la plata”. Hoy en día existen empresas o personas únicas, que ofrecen servicios de desarrollo completo de un sitio por precios muy baratos, que en ningún lugar del mundo se cobra, y esto no nos beneficia a todos los que trabajamos en este rubro, es una realidad del mundo real, en Chile.

Necesito web autoadministrable, en flash, que esté posicionada en el primer lugar de google en los términos “Consultoría” y “Empresa”. Necesito que se gestione la compra del dominio y hosting. También necesito un envío de mail masivo a una base de datos de 1.000.000 de correos como mínimo. Todo esto para mañana en la mañana. Interesados enviar cotización junto a diseños tentativos para hoy en la tarde. Presupuesto máximo: $100.000.

Ok, puede sonar como una exageración, o la peor pesadilla de los que nos dedicamos al desarrollo web pero, bromas aparte y guardando las proporciones, refleja bastante bien la impresión que una gran cantidad de clientes tienen de esta área. Y es que el desarrollo web está sufriendo el mismo trato que recibió el Márketing tradicional y la publicidad a principios de los 90, donde las empresas consideraban innecesario invertir en promoción.

Tal como en esos tiempos, los clientes consideran innecesario invertir (o no están dispuestos a invertir las sumas necesarias) para realizar un buen trabajo. Esto en parte también gracias a empresas y personas que, a fin de ganar mayor participación, disminuyen sus costos entregando un producto de mala calidad o simplemente copiado, como es el caso de algunas empresas y personas inescrupulosas que ofrecen servicios web desde la “módica suma” de $5.000 . Frente a competencia de ese precio (y esa calidad), ¿Qué impresión le queda al cliente sobre el producto que ofrecemos?

Pero el problema de fondo que tenemos todos los que trabajamos en el área es que, como toda profesión innovadora, aún no tiene un nicho en el mercado que nos permita desenvolvernos según nuestros términos y tener el respeto de los clientes. A modo de ejemplo, les presento la siguiente situación.

Una pareja termina de comer en un restaurant fino y el hombre pide la cuenta. Cuando ésta llega a la mesa, el hombre la ve, se acerca al mozo y le dice: “Disculpa, el filete estaba realmente delicioso, pero no puedo pagar $25.000 por él. ¿Hay alguna forma de que lleguemos a un acuerdo?”.

El mozo le responde entonces que el precio no es negociable, a lo que el hombre responde: “Entonces, ¿Me puede explicar cómo el restaurant del frente vende el mismo plato a $3.000?”

Con un gesto de resignación, el mozo le explica al cliente que el restaurant del frente es un McDonald’s, y que no venden filete sino hamburguesas. El cliente entonces responde: “Filete, hamburguesas, son lo mismo, las dos son carne. Hagamos lo siguiente: Te voy a pagar $13.000, que es lo que considero justo, pero te voy a pagar el 50% ahora, 25% cuando llegue a mi casa, y el 25% final cuando termine de evacuar lo consumido”.

Lo interesante de este relato es que refleja exactamente la impresión que tienen algunos clientes del desarrollo web. Un producto barato, transable, poco serio.

Y esto nos lleva a la segunda parte del problema, los clientes. Es común en nuestra profesión escuchar frases del tipo “Mi hijo tiene 15 años y sabe hacer páginas web en Front Page”. El paso siguiente es disimular de la menor manera posible la cara de vergüenza ajena que se asoma y explicarle a nuestro querido cliente que el desarrollo y diseño web son dos profesiones que, como muchas otras, requieren de años de estudio y perfeccionamiento.

Muchos son los sitios en esta serie de tubos que conforman Internet que han sido capaces de recopilar y presentar al resto del mundo nuestro dolor cada vez que salimos de una reunión con nuestro cliente favorito. Como dice Mathew Browne en su blog, los clientes pueden transformarse realmente en una pesadilla para nosotros. O podemos utilizar las Palabras Textuales de nuestros clientes para reírnos un rato, o simplemente, compartir el dolor de colegas mientras leemos web comics

En resumen, lo importante de todo esto es que debemos valorar nuestro trabajo y cobrar por él lo que corresponde. Explicar, más que convencer al cliente, que lo que hacemos es lo mejor para su empresa y que sabemos como hacerlo.

Fuente: mrpuck


One Comment on “Todo por nada”

  1. mrpuck says:

    Gracias por la difusión del artículo 😉


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